17/2/11

mi vida en canciones

*texto con pedacitos de canciones. esto soy yo.
(parte de TP para el ISER)


Sé que debería acostumbrarme a esa mansión en el viento. Porque hay cosas que cambiar si uno quiere salir, cosas que dejar si uno quiere seguir. Y cosas que vuelven siempre al mismo lugar. Inesperadamente fui feliz, pero no lo puedo recordar. Porque yo no tengo un mundo de rosas, y no sé si lo quise tener. Me imagino cómo hacer cualquier cosa irrelevante y no puedo convencer a mi viejo cerebro, que me hable. ¿Por qué no puedo cambiar esto? Para entender, hay que sufrir. Después, tratar de olvidar. Aunque tenga que volver a la puta depresión seguiré llenándome de aires. Porque la vida dijo basta para mí. Y si estoy herido, no sé, no te lo digo. La vida duele, pero hay que caminar. Y sé que hay un lugar, a donde puedo ir cuando estoy mal. Un lugar en donde puedo sentarme y escuchar su voz. Lo importante es saber que ayer no es hoy, que hoy es hoy. Y que no soy actor de lo que fui. Vengo de ayer, no soy ayer. Por un tiempo, mi vida fue un collage sin referencia, sin marco ni pared. Hoy vivo con una mezcla rara de angustia y cañita voladora. ¿Qué pasa conmigo hoy? Como un cuento, veo la gente caer. Estoy buscando un ángel un amigo que quiera pedalear conmigo. Porque sé que todo está vivo a pesar del dolor, si me sonreís. Todo aquello fue real, todo aquello ya no está. Todo esto es mirar un álbum viejo. ¿No será que este dolor traerá la luz? A menudo me pregunto, si la vida bajo el sol es sueño. Y si no sueño, quedo sin estribillo. Fue al cielo que una vez pedí que llegue el otro día, que calme la herida. ¿Y si todo cambia hoy, si todo es nuevo? Cada minuto de amor, vívelo. Yo no sé donde lleva esta pendiente. Hay un lugar que nadie puede tocar. A salvo de mundo estás ahí. No me dejes, por favor, ¿no ves? Sólo me tropecé. Y sigo, como la princesa que dejó su sueño en un zapato. Por eso quiero que tú me regales 30 carnavales, 400 mil cuentos y una cajita para guardar los momentos. No te quedes, que allá afuera es carnaval. Al fin y al cabo, sólo hay que juntar mucha arena en los pies. Ya no quiero pensar, la verdad es que no puedo. Mejor hagamos que esto valga la pena. Ni a quedarse esperando que venga un milagro de miel. Yo sé que la vida no es un algodón. Pero te voy a pintar la playa azul crayola. Porque cada tanto los juegos prohibidos nos sacan ese frío. Sumergido en la canción la ausencia ya no está presente. Libre del dolor, caigo como el sol. Caigo hasta dormir. Después recuerdo que te extraño, y todo vuelve a comenzar. Ya sé. Debería acostumbrarme a esa mansión en el viento. Vos podrías acompañarme y sentir lo que yo siento. De vez en cuando vuelvo a ser la que siempre fui. Simplemente imagina, un alegre en este infierno.