24/9/09

Personaje

Soy Mica y hace cinco días cumplí 9 años (¡me falta uno y completo las dos manos!). Me encanta andar en bici, jugar a la escondida, ir a la pile y jugar a la guerra de bombitas de agua. Mis amigos dicen que soy varonera, pero eso es porque tengo muchos hermanos varones. Son cuatro: Feli, Benja, Luqui y Pato. Ellos son más grandes que yo, y me enseñaron todo lo que sé. Gracias a ellos, soy campeona de escupitajos en el cole. Le gano a todos los nenes. Me gusta mucho jugar a la pelota. Mis hermanos dicen que soy buena, Feli me dice Messí. Al principio no les creía, pensé que me lo decían de buenos. Pero cuando se empezaron a pelear por tenerme en sus equipos, acepté que tenía talento. Me paso las tardes jugando a la pelota en el campito cuando salgo del cole. Mis amigas me invitan siempre a jugar a las Barbies, pero es re aburrido eso. Yo prefiero correr atrás de la pelota y tirar algún caño, me re gusta eso.

En el cole a veces me aburro. No sé qué hacer porque me hacen estudiar mucho. La maestra me dijo que si no me pongo las pilas voy a repetir cuarto. Así que mamá me hace estudiar un montón antes de dejarme salir a jugar.

La vez pasada, me preguntaron qué quería ser de grande. ¡Yo qué sé! Es difícil, soy chica y sólo disfruto jugando con mis hermanos. Por ahí estudie para ser profe de gimnasia, así les enseño a los chiquitos a ser tan buena como yo. Pero me falta mucho para ser grande. Yo soy feliz así, con mi número cinco y mi bici. ¡Ah! Y con mis zapas nuevas que la rompen.

17/9/09

Dolor

Muchos piensan que el dolor es algo malo. Pero la verdad es que el dolor es una señal de que algo existió. Si duele, es porque estuvo, porque dejó una marca. Hay cosas que duelen más que otras. Dicen que el dolor de muelas es el peor que existe. Yo conozco peores. Pero, por más que en el momento parezca interminable, una vez que se supera es lindo.

Existe una enfermedad poco común, llamada analgesia congénita, que bloquea el dolor. Los que la sufren, viven peor que los que sí sentimos dolor. Todas las mañanas, los que padecen esta enfermedad deben chequear su cuerpo en busca de ampollas, quemaduras, cortes. Viven mirando con mucha atención por donde caminan, ya que pueden pisar un clavo y no sentirlo. Sus casas tienen que ser acordes a su enfermedad: tienen los filos de los objetos envueltos en goma espuma, por ejemplo. Pueden llegar a apoyar su mano en una hornalla y no darse cuenta hasta sentir el olor de su propia piel chamuscada. A pesar de que parezca una buena enfermedad, es de las peores que existen.

Todo esto demuestra lo anterior. El dolor existe para avisarnos que algo está pasando. Cuando algo sale mal, nos duele. Recién ahí hacemos algo para cambiarlo. Recién cuando sentimos dolor, nos alejamos. Dejando pasar el tiempo, recordamos el dolor con una sonrisa. Duele, porque estuvo.

14/9/09

Casarse tiene sus desventajas

*historia con imagen como disparador


Micaela jamás se imaginó que planear una boda fuera tan difícil. Hacía más de 10 años que salía con Pato, y ya no era una nena: había cumplido los 34 dos días atrás. Así que cuando su novio se lo propuso, no dudó. A la primera que se lo contó fue a su mamá. Aquel comentario tan repetido de “más de 30 y el pescado sin vender” la tenía un poco cansada. “Ma, me caso”, le dijo eufórica. ¡Para qué! Dos días sin dormir estuvo la vieja. Y Mica tampoco disfrutó mucho más sus noches. No por los nervios, era una chica sencilla y quería una reunión pequeña. Pero el teléfono sonó 47 veces. Tina, su madre, no dejó de llamarla. A las 11 de la noche del martes, le preguntó si prefería pollo pescado; a las 12.15, si quería manteles largos; dos horas más tarde, si se veía llegando en una carroza con caballos. Pero la cosa se desvirtuó cuando la hicieron salir de una reunión de trabajo por una llamada “urgente”: a su mamá le preocupaba si el smoking iba a ser opcional.
Varias veces trató de explicarle que ella se iba a encargar de todo, pero no hubo caso. Como el casamiento no era algo primordial para Mica (“Soy más Mafalda que Susanita”, solía decir), decidió seguirle la corriente. Querés una banda de mariachis, poné 37 mariachis; querés una escultura de hielo, poné dos angelitos, te parece soltar palomas, mejor llevemos águilas.
Dos meses después de la “organización terrorista Tina”, término que Mica y Pato usaban, ya hasta les causaba gracia.
Pero todas esas sonrisas se desdibujaron cuando Tina decidió que invitar a todos los ex novios de Mica a la fiesta era una buena idea. “¿A vos te parece que a Patricio le va a gustar ver a mis ex novios el día de nuestro casamiento? Bastante dejé que te encargaras de MI casamiento. Si papá nunca quiso casarse con vos, es TU problema. Demasiado de esa carga pagué al crecer”, le gritó sin pensarlo.
Cualquier otro día lo habría dejado pasar, y jamás le diría esas cosas. Pero enterarse que sus ex novios iban a su boda vestida de blanco y a punto de entrar a la iglesia la había sacado de quicio.
Después de pensarlo un ratito, quiso ir a pedirle perdón. Pero su mamá se había ido. Claro que una de las principales cualidades de Tina era ser vengativa. No se fue sola, con ella se llevó a todos los empleados de la fiesta que ella había organizado. No quedaron mozos, recepcionistas ni barman. No dejó ni a los cocineros.
Ni todo el valium del mundo podría haberla calmado en ese momento. Pero, sin muchos ánimos de explicarle a su novio por qué no había comida en los platos, se arremangó el saquito de encaje, ese que le había costado mucho más de lo que le hubiera gustado, y metió manos en la masa.
Es pro eso que su casamiento a todo trapo terminó como una cena cualunque. No porque faltaba su mamá, no porque no había ni mozos, sino porque lo único que sabía cocinar, era pizza de muzzarella.

1/9/09

¿Por qué las cosas están en el último lugar en que buscamos?

*Redactar un texto que responda una pregunta sin sentido.

Es parte de la condición humana extraviar las cosas. Las estadísticas dicen que, hoy en día, el hombre olvida más dónde dejó sus pertenencias que en tiempos anteriores. Muchos estudios se han realizado para determinar si ese aumento de pérdidas se debe a algún deterioro en el cerebro humano, en la parte de la memoria, más precisamente. Pero, luego de rigurosas investigaciones, se llegó a la conclusión de que el cerebro está exactamente igual que en la época de las cavernas. El creciente número de cosas perdidas se debe al aumento en la cantidad de objetos que el hombre posee. Es decir, no es que los cavernícolas tuvieran más memoria, simplemente les era muy fácil hallar su único garrote.
En respuesta a por qué las cosas aparecen en el último lugar en que uno busca, se puede dar una explicación muy clara. Muchos científicos dedicaron sus días a estudiar el fenómeno de las pérdidas. La leyenda dice que Nikola Tesla fue el primero en encontrar una respuesta válida, pero, desafortunadamente, extravió su informe –hecho que lo llevó a la locura inmediata-. Científicos e investigadores de renombre, como Edison quién inventó la bombilla eléctrica simplemente para hallar su zapato izquierdo, han llegado a incontables hipótesis sobre el tema. Incluso, algunos llegaron a pensar que ciertos objetos, como el control remoto, tenían movilidad propia, ya que jamás estaban donde se los dejaba. Se puede decir que las cosas aparecen en el último lugar por mera culpa humana. Uno se dedica a buscar hasta que encuentra. Es decir, uno mismo convierte ese lugar en el último. Una solución posible, que fue planteada por Albus Kristoff en la XVII Convención Anual de Pérdidas, es continuar revisando la casa un rato más, con el control remoto en el bolsillo. De hecho, la búsqueda se hace más amena, ya que se puede dejar de ver ese documental sobre la ameba y cambiar de canal.